Para la ocasión, nuestro querido Justin quiso invitar a su familia y amigos al escenario, demostrando así que tiene los pies en la tierra y que le importan mucho sus raíces, en definitiva, que es un chico de lo más normal. Y como tal, después del concierto a Justin le apeteció ir a comer algo a McDonald’s y se puso a hacer cola con sus amigos y su guardaespaldas Kenny. No hace falta decir que en el momento en que alguien le reconoció se creó el caos en el centro comercial, porque nada puede distraernos de la “Fiebre Bieber”, ¡ni siquiera un Big Mac!
Inmediatamente Justin se encontró rodeado por sus fans, con quien se hizo algunas fotos. “Hoy me he sentido como un chico normal. Ha sido genial. En ningún sitio como en casa”, escribió Bieber en Twitter. ¡Aquí tienes una instantánea de Justin en versión “Home Sweet Home”!
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