Justin Bieber ha revelado que su lujosa vida actual supuso un cambio radical. Hasta su salto a la fama, vivía en una vivienda estatal llena de ratones, sin una cama adecuada y con la nevera prácticamente vacía.
La miseria llegó a la familia Bieber después de que el padre del joven, Jeremy, les abandonara a él y a su madre. Sus ingresos se vieron reducidos y las condiciones de vida distaban mucho de las que disfruta actualmente.
"Aquel lugar (su casa) estaba realmente sucio. Teníamos trampas para ratones por todas partes, yo no tenía una cama de verdad. Dormía en un sofá-cama", ha declarado Justin, según recoge Showbiz Spy.
Sus aprietos económicos afectaban incluso a su alimentación: "No teníamos nada en el frigorífico, excepto quizás embutido para llevar al colegio, macarrones y queso".
Es por ello que a Justin le "encantaría interpretar a Oliver Twist" en el remake del musical de 1966 Oliver!, ya que se siente muy identificado con el protagonista.
Pero lo cierto es que sus penurias no se limitaban en los pocos ingresos. El artista ya había revelado anteriormente que su madre sufría problemas con la bebida, y la propia Pattie Mallette ha confesado que intentó suicidarse por las secuelas de su traumática infancia.
"Los abusos sexuales comenzaron cuando tenía cinco años hasta los 10 más o menos. Empecé cuando tenía 14 o 15 años, estaba borracha o drogada desde que me levantaba hasta que me acostaba. Estaba enfadada y deprimida y simplemente exploté un día", declaró su madre a una televisión canadiense.
Por suerte, siguió luchando por su vida y un buen día se lanzó a mostrar a través de YouTube el talento de su hijo. Una idea que les ha traído el bienestar y la estabilidad que les faltaban.
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