El cantante canadiense Justin Bieber, que toca esta noche en Tel Aviv, no está disfrutando lo que esperaba en Tierra Santa y se queja de no poder visitar los lugares que pisó Jesús sin sufrir el acoso de los fotógrafos.
El ídolo de los adolescentes ha protestado a través de las redes sociales del cerco de los paparazzi, que le impiden vivir como le gustaría su paso por Israel y el territorio palestino ocupado.
"Estoy en Tierra Santa y estoy agradecido por ello. Pero quiero tener la experiencia personal que tienen otros aquí", pedía en su Twiter esta semana, informó el diario "The Jerusalen Post".
Sus mensajes contra los periodistas gráficos han ido subiendo de tono y ha acabado por asegurar que tanto la política como la persecución de los fotógrafos han hecho que su viaje sea "frustrante".
"Uno piensa que los paparazzi tendrían más respeto en lugares sagrados. Todo lo que quería era caminar donde caminó Jesús", asegura la estrella de 17 años, que considera una falta de respeto que le tomen fotos cuando está en un lugares santos y de oración.
Los fotógrafos, por su parte, consideran que en Tierra Santa casi todos los lugares tienen algún significado espiritual y que los fans del cantante tienen derecho a verle paseando por sitios como el Santo Sepulcro o el Muro de las Lamentaciones, en la vieja ciudadela amurallada de Jerusalén.
Unos 25.000 jóvenes acudirán esta noche al concierto de Bieber en el parque Hayarkón de Tel Aviv, cuyas entradas se han vendido de 60 a 100 euros.
Al no agotarse las localidades y estar el público integrado mayormente por adolescentes muy jóvenes, los organizadores han optado por regalar una entrada para un adulto por cada dos menores que la compren.
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