Cuenta 50 años menos que Roger Waters, está lejos del tono sufriente de Eddie Vedder y su trayectoria asoma microscópica al lado de colosos como Paul McCartney. Pero en la cartelera local de conciertos, Justin Bieber (17) ya tiene un reinado propio: el show que dará el 15 de octubre en el Estadio Nacional se gradúa como el fenómeno de ventas más rápido en lo que va de 2011 y como uno de los conciertos que ha despachado entradas a mayor velocidad en la historia de los megaeventos locales.
Números: hasta ayer en la tarde, la cita había comercializado un total de 33 mil tickets en tres días -25 mil sólo el fin de semana- y había agotado sus ubicaciones más caras (de $ 115 mil a $ 172 mil), dejando disponible sólo andes, cancha y galería.
Aunque Feriaticket dispuso de un lugar exclusivo para la venta de boletos -en calle Riquelme-, las imágenes de ayer mostraron filas un poco más modestas y una devoción más mesurada que la de sábado y domingo, con seguidoras atoradas por el llanto y que realizaron vigilia en la calle. En los registros históricos, el canadiense sólo es superado por el segundo recital de U2 en 2006, que vendió 50 mil localidades en 24 horas.
Pese a las marcas, las cifras no sorprenden y sólo extienden el suceso que el adolescente disfruta desde el año pasado en todo el planeta. Es que el hombre de Baby -como pocas veces sucede- viene en la cima absoluta de su éxito, con un triunfo explicado por su pop simple, su carisma adolescente y una épica personal que cruza olfato y esfuerzo, pero también orquestado desde todas las plataformas posibles, como Twitter, cine y descargas digitales.
Aún más: en los últimos dos años es el crédito anglo más rentable en Chile, superando por lejos a minas de oro como Lady Gaga o Miley Cyrus. Según su sello, Universal Music, las tres ediciones de su álbum My world -la primera se lanzó el 25 de marzo de 2010 en el país- totalizan 38.277 copias (17.314 para formato físico y 20.963 en digital). A cambio, todas las versiones de The fame (2008), de Lady Gaga, han comercializado 11.082 ejemplares.
En la pantalla grande, el documental Never say never, que retrata su ascenso a la gloria, fue estrenado el 24 de marzo y ha trepado como una de las películas relacionadas con música más vistas en la taquilla local: 69.162 espectadores y una recaudación de $ 323.556.404 en siete semanas.
Ante la envergadura de su presente, sus organizadores ya alistan de manera preliminar su desembarco. Por ejemplo, se zanjó que el intérprete arribará el viernes 14 de octubre desde Buenos Aires, su escala previa a la capital. Según consta en las coordenadas de su periplo, el cantante viaja con su madre, Pattie Mallette, una empleada de escasos recursos que en 2008 subió a YouTube los videos de su hijo, los que posteriormente fueron vistos por el sello que lo descubrió. En su camarín, pide 12 botellas de agua con vitaminas, surtido de té, dos botellas de miel, cuatro limones frescos, una bolsa de papas fritas, un jarro de frutos secos, 10 toallas blancas, un jabón antibacterial y un inhalador.
La Tercera
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