"No me molesta que me comparen con Justin Bieber, es un halago".
Él tiene tablas y se siente seguro en su propia piel. Al fin y al cabo, el mundo del espectáculo no le es ajeno, pues su madre es la modelo venezolana Inés María Calero, que quedó tercera en Miss Universo 1987, y su padre, el cantante Miguel Moly.
"Mis padres son muy queridos en Latinoamérica y como consejo siempre me dicen que tenga los pies en la tierra y sea humilde", dice Moly, al que muchos apodan como el Justin Bieber venezolano.
"No me molesta nada que me comparen con un gran talento como Justin Bieber. Me lo tomo como un gran halago", asegura.
Moly lleva tocando música desde que tiene cuatro años. Pero un día dejó de tomárselo como una afición y le rogó a sus padres que le ayudaran a convertirse en una estrella. "Le dije a mi padre que quería ser un músico exitoso y me apuntaron a clases de guitarra, canto, piano e interpretación para prepararme para lanzar mi carrera".
Como cualquier adolescente que tiene que compaginar sus estudios con una carrera profesional, conseguir graduarse ha sido, según sus propias palabras, "una odisea". "Me ha costado bastante pero gracias a Dios he conseguido graduarme de bachiller", dice orgulloso.
Jonathan no se separa de su guitarra ni un minuto desde que llega a la redacción del ELMUNDO.es/América. De pronto comienza a tocar los acordes de 'Colgado en tus manos', de Carlos Baute y Marta Sánchez, y nos cuenta que es posible que cante en la boda eclesiástica del cantante venezolano y su novia Astrid Klisans.
La pareja contrajo matrimonio civil en Letonia, tierra natal de la novia, pero planea una gran boda en Mallorca. "Carlos ha visto a Jonathan y le ha encantado así que como quiere hacer una boda como mucha música y con sabor de su tierra es posible que vayamos a tocar para ellos", explica su mánager Luigi Ratino.
Pero ahora no hay tiempo para pensar en bodas. Moly sigue concentrado en promocionar su single 'Dime como hacer', que, además de en Venezuela, ha triunfado en Ecuador y Perú. Pronto estará en México donde pretende enamorar a todas las adolescentes porque "es muy romántico" y cree que "para enamorarse nunca eres demasiado joven".
El Mundo.es
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