El cantante Justin Bieber parece no tener escarmiento y su ira nuevamente lo tomó por asalto. Esta vez, el canadiense se ofuscó cuando muchas personas comenzaron a tomarle fotografías en una discoteca de Roma.
Tal como indica TMZ, Bieber estuvo en la capital italiana y acudió a un centro nocturno, donde no pasó desapercibido. Es así que muchas personas sacaron sus móviles para inmortalizarlo.
Sin embargo, Bieber interrumpió la fiesta para tomar el micrófono diciendo “Por favor, chicos, dejen de tomar fotos” y tambien pedir que no le tomaran más fotos, porque quería seguir disfrutando de la fiesta, según informó el portal TMZ.
Esto, rápidamente, exacerbó al cantante y a sus guardias, quienes trataron de impedir más ‘alboroto’.
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