Todos los likes recibidos en cada foto del artista ralentizaban los servidores de la red social.
Justin Bieber tiene tanta fuerza en internet que cada vez que colgaba un selfie hacía temblar los servidores de Instagram en sus primeros días. Lo ha revelado la red social en un post colgado en el blog oficial en el que ha descrito los problemas que sufrían los servidores cada vez que el cantante actualizaba su cuenta.
El problema llegó hasta tal extremo que uno de los cofundadores de la red social, Mike Kriger, llegó a memorizar el número por el que se identifica la cuenta de Bieber en la base de datos (6860189). Lo hizo, tal y como ha relatado en Wired, para reconocer al momento cuál era la causa de los problemas que podía estar sufriendo el sistema.
¿Dónde estaba el problema? La base de datos contabilizaba cada like de un usuario de manera individual por lo que, para calcular las imágenes más populares, debía calcular esos likes uno a uno. Todos los cálculos que el sistema debía realizar el mismo tiempo provocaban el mal funcionamiento de la base de datos, lo que significaba una disminución en la calidad del servicio.
Instagram solucionó el problema enviando cada like a un mismo contenedor en esa base de datos de manera que no debía contar las interacciones una a una sino que todas estaban, juntas, en un mismo registro.
Con 400 millones de usuarios y 80 millones de fotos y vídeos al día, Instagram es capaz de manejar hasta a la mayor estrella del cine. Pero el camino hasta llegar a la cima no siempre fue fácil. Especialmente cuando Justin Bieber subía una fotografía.
Fuente: Lainformacion.com
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