Justin Bieber confirma que su relación con Selena Gomez va viento en popa como demuestra su reciente visita a Japón e incluso se atreve a asegurar que es "un buen novio". Eso sí, del sexo no ha efectuado ningún comentario, reservándose esos detalles para más delante. Justin Bieber se manifestaba así respecto a su noviazgo con Selena Gomez: "Soy atento, tengo mucha paciencia y me gusta sorprender con cosas lindas, como viajes románticos. Creo que importa más eso que recibir regalos constantemente", declaró a la publicación 'Clarín'. Toda una revelación. Está claro que Justin Bieber sabe como tratar a una mujer por lo que Selena Gomez puede estar tranquila de tener a alguien que le cuida mucho.
Justin Bieber también ha confirmado que se "estoy más maduro y más adulto. El cambió es físico, porque realizo mucho ejercicio, y metal sobre todo. De todas maneras el día de mi cumpleaños fue como cualquier otro, estaba ensayando, se hicieron las 12 y todos me saludaron. Luego, continuamos". ¿Opinará lo mismo Selena Gomez?
Justin Bieber habló sobre todos los temas posibles, Selena Gomez aparte, y su profesión no fue una excepción. "Las canciones hablan de mi vida, de las cosas que me están pasando. Por ejemplo, hay una canción sobre una mujer que dice haber traído al mundo a mi hijo; también hay una canción sobre mi madre. La cuestión es así: para las personas grandes, mi música no debería ser tan infantil y, para los jóvenes, no debería sonar tan madura", confirmó Justin Bieber.
Justin Bieber también habló de la relación con sus padres. "No tengo que hacerlo, pero lo hago. También podría escandalizarlos. Si quisiera hacer algo con lo que ellos no estuvieran de acuerdo, ahora lo podría hacer. Eso de algún modo es tranquilizador. Aunque tomo decisiones sensatas. Mis padres no tienen que preocuparse por mí", reconoció Justin Bieber. Selena Gomez no sabemos si estará también involucrada en esa relación paterno-filial, como tampoco ha opinado al respecto de la detención de Justin Bieber por conducción temeraria, su experiencia cercana a la muerte o su agresión a un paparazzi por la que le pueden caer seis meses de cárcel.
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