Ambos piden cerca de US$ 3 millones, lo que contrasta con el US$ 1 millón de Pearl Jam.La cartelera local de música vislumbra una próxima temporada con un promedio de 60 shows, pero sólo unos pocos elegidos: las estrellas que monopolizan gran parte de la atención mediática y que llevarán a más de 15 mil personas en sus escalas santiaguinas. Aquí, el orden, los volúmenes y las diferencias tras los 10 megaeventos que vienen, desde Red Hot Chili Peppers en el corazón de septiembre, hasta Roger Waters en marzo del próximo año.
b Los más caros: Es una inversión abultada, pero que vale la pena. Esa parece ser la lógica con que funcionan las visitas de Justin Bieber (15 de octubre, Estadio Nacional) y Britney Spears (22 de noviembre en el mismo sitio): son los artistas de mayor precio, pero también los que han provocado el más voluminoso flujo de venta de entradas, sobre todo en el caso del canadiense. Ambos piden un estimado que va entre US$ 2,5 millones y US$ 3 millones -variando según venta de boletos y otros factores-, lo que los sitúa a la par con gigantes como Madonna, U2 o Paul McCartney, cuyas tarifas son similares.
Unos peldaños más abajo se sitúa Roger Waters y su gira de The Wall (2 de marzo, también en Ñuñoa), que establece US$ 2 millones por concierto. En Santiago, el trato preliminar es que haga dos fechas, por lo que, de concretarse, sus bonos ascenderían a US$ 4 millones. Luego siguen créditos como Pearl Jam (16 de noviembre, Estadio Monumental) y Red Hot Chili Peppers (16 de septiembre en igual sitio), que bordean US$ 1 millón. Ya bajo esa cifra están System of a Down y Rod Stewart (7 y 19 de octubre, Bicentenario de La Florida, respectivamente) .
b Los de mayor comitiva y despliegue hotelero: Britney Spears es una estrella solista y no comparte su celebridad con otros compañeros de banda. Pero su soledad en escena es inversamente proporcional a sus necesidades artísticas: es lejos la figura que vendrá con el mayor número de acompañantes y que utilizará la mayor cantidad de hoteles. La estadounidense ya acordó que llegará con un equipo de 164 personas, desplegado en cuatro hoteles distintos de Santiago. Además, arribará en un vuelo privado y se quedará en la suite presidencial del recinto elegido.
En contraparte, Bieber también aterrizará en avión privado, pero con una comitiva de 50 personas -que también incluye a su madre- y ocupará un solo hotel. Eric Clapton (16 de octubre, Estadio Nacional), en el otro extremo, se alza como uno de los más austeros, ya que viene con una compañía de sólo 30 profesionales.
b El más custodiado: Puede ser la edad o la estampida de fanáticas que chillarán ante su paso. Pero la estrella que pide más seguridad en su escala santiaguina es Bieber: contará con seis guardias personales traídos desde Estados Unidos y otro puñado asignado por los organizadores de su recital. Bandas como System of a Down cuentan con cuatro guardias propios, mientras que se estima que Clapton y los músicos de Pearl Jam sólo se moverán con personal nacional. A veteranos como Rod Stewart se le ha ofrecido un traslado elegante, en un Aston Martin, pero, hasta ahora, su staff ha optado por camionetas de vidrios polarizados y sin mayor pirotecnia.
b El más ambicioso: Bieber y Spears podrán llevarse las cifras (y los millones) a la hora de hablar de fervor, histeria y venta de entradas. Pero nadie vence a Roger Waters en el apartado técnico: el montaje con que revivirá su obra más popular es la escenografía más colosal que pasará por Chile en los próximos meses. Una puesta en escena formada por un muro que cruza todo el escenario y que sirve de pantalla permanente para emitir toda la imaginería del disco. La pared está compuesta por 424 ladrillos gigantes, que cubren 70 metros de largo por 11 metros de alto y que van creciendo con el avance de la cita, convirtiéndose en la tarima más larga instalada en la capital.
Sólo a modo de comparación, el escenario que utilizarán Bieber, Clapton o Red Hot Chili Peppers ofrecerá un largo estimado de 18 metros. La única que en parte se acerca a las dimensiones del ex Pink Floyd es Spears: su escenario luce un largo y un fondo de cerca de 25 metros.
b El evento aparte: El festival Maquinaria suma 33 nombres, tres escenarios y dos días de realización (12 y 13 de noviembre). Según los montos que se manejan en el mercado local, cada uno de sus invitados principales -como Faith No More, Megadeth, Chris Cornell o Alice in Chains- acuerda como tarifa un estimado que va entre US$ 600 mil a US$ 750 mil. Los equipos de todos los involucrados suman 298 profesionales, los que se repartirán en tres hoteles distintos. De toda la cartelera, sus protagonistas serán los que más tiempo tienen planeado quedarse en Chile, con un lapso de tres a cuatro días en Chile.
b El latino más aparatoso: Aunque durante la próxima temporada los conciertos de alta envergadura parecen patrimonio sólo de números anglo, hay una banda de otra cuna que también muestra credenciales: los mexicanos Maná (26 de noviembre, Estadio Bicentenario de La Florida), el megaevento latino de 2011.
Los hombres de Eres mi religión llegan con un grupo de 61 personas, repartidas en tres hoteles, y con una carga de 90 toneladas de equipo. Vienen con un aparataje de seguridad de cuatro personeros y en sus camarines (se encarpará toda la parte trasera del escenario) exigieron tequila exclusivo, sushi, comida tailandesa y una lavandería. Además, en backstage cada músico contará con un camarín propio.
b Los que más venden: Y todo vuelve a Bieber. El adolescente prácticamente ya agotó su debut en el país y, en menos de una semana, despachó 50 mil entradas. Pearl Jam también marca otro suceso del semestre, pero con rostro grunge: lleva casi un mes en venta y ya comercializó cerca de 30 mil localidades.
Britney Spears comenzó su proceso de venta el pasado fin de semana y se encumbra por poco más de 10 mil tickets, proyectando alcanzar los 20 mil en un par de semanas. Por su parte, Maquinaria reporta 13 mil por día, mientras que Clapton va por los 11 mil y Stewart se empina por las 5 mil.
La Tercera
