Pese a haber cumplido ya 18 años, el ídolo juvenil sigue durmiendo con la luz de su cuarto encendida, ya que teme despertarse asustado durante la noche. Según asegura su padre, Jeremy Bieber, el cantante también sufre ciertos problemas de transpiración que podría haber heredado de su propio progenitor.
"Mis manos sudan mucho, así como las suyas. Lo mismo le ocurre a sus pies, aunque no le huelen mal. Y siempre le ha dado miedo la oscuridad. Toda su vida ha tenido que dormir con la luz encendida para evitar pesadillas y no despertarse en medio de la noche", afirmó.
A pesar de su animadversión a la oscuridad, el artista está convencido de que Dios siempre le acompaña y le protege, por lo que se siente bendecido y agradecido por la "privilegiada posición" que le ha dado.
"Dios significa mucho para mí. Siempre rezo antes de irme a dormir. Rezo también durante el día, cuando tengo un problema o simplemente cuando quiero darle las gracias por todo lo que ha hecho por mí. Sin Dios, no estaría en la privilegiada posición en la que me encuentro", declaró en el periódico Sunday Times.
De la misma forma, Justin se siente agradecido por la escasez de vello facial que tiene por el momento, lo que le evita tener que dedicar demasiado tiempo a afeitarse.
"Sí que me afeito, aunque no con mucha frecuencia. Solo me aparece un pequeño bigote y, la verdad, estoy contento con ello. Hay gente, como mi padre, que se tiene que afeitar al menos dos veces al día. Le sale muchísimo pelo, y me imagino que pronto a mí me pasará lo mismo", añadió.
Univisión