Están los vecinos que te llevan la correspondencia cuando el servicio postal se equivoca y están quienes hacen fiestas molestas.
E! News pudo confirmar que la policía acudió a la casa de Justin Bieber cuando los vecinos de su departamento en Beverly Hills se quejaron por el alto volumen y ruidos.
La policía tocó el timbre del cantante por primera vez a las 11:15 pm pero al no ver nada fuera de lo normal, se fueron.
Sin embargo, una hora más tarde, tuvieron que volver a la propiedad del canadiense ya que recibieron nuevas quejas. Esta vez, encontraron unas 40 personas reunidas en la terraza del edificio. No había música ni gritos pero sí gente charlando y pasando el rato.
Nuevamente, no encontraron ninguna violación a una norma de convivencia pero hablaron con Bieber antes de irse.
El cantante le pidió voluntariamente a la gente que se marchara y solamente quedaron con él diez personas.
Esta vez el novio de Selena Gómez parece haberse comportado correctamente.